IMÁGENES TITULARES

NUESTRO PADRE JESÚS DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA

Autor: Tomás Vadillos.
Cronología: 1.697.
Material: Madera de cedro policromada.

La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia es una talla de finales del XVII cuyo autor, Tomás Vadillos, fue dado a conocer en el año 2003 gracias al historiador D. Lorenzo Alonso de la Sierra. En ese estudio además, se descubrió que para realizar la imagen de Nuestro Señor, se mandó traer un madero varado en la arena a consecuencia de un naufragio, cerca del sitio conocido como la Loma del Puerco. Los hermanos de esta Cofradía de Mareantes así lo decidieron y con él se hizo la talla del Señor en el año 1.697. Posiblemente una de las directrices que se le dió a Tomás Vadillos fue que siguiese la estética del Cristo de la Humildad y Paciencia de Cádiz, obra cumbre de Jacinto Pimentel en el año 1.637. Vino a sustituir a otra imagen de la Humildad y Paciencia. Está tallado en madera de cedro y representa a Jesús sentado en una roca momentos antes de ser crucificado, de ahí que se le conozca popularmente en la zona como "El Cristo de la Piedra". Fue restaurado en el pasado siglo en dos ocasiones, en 1.946 por Láinez Capote y en 1.979 por Alfonso Berraquero García. Recibe culto en el altar de mármol que se encuentra en el lateral izquierdo del altar mayor.

Pasaje Evangélico.

Evangelio según San Juan. 19, 23-24.

Los soldados... cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba a abajo. Y se dijeron: "No la rasguemos, sino echemos a suertes a ver a quién le toca". Así se cumplió la Escritura: "Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica".

Evangelio según San Mateo 27, 33-36.

Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa "lugar del Cráneo", le dieron de beber vino con hiel. Él lo probó, pero no quiso tomarlo. Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron; y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo.


MARÍA SANTÍSIMA DE LAS LÁGRIMAS Y ESPERANZA

Autor: Anónimo.
Cronología: Desconocida, los datos más antiguos encontrados hasta la fecha se remontan al 1.671.
Material: Madera policromada.

La imagen de María Santísima de las Lágrimas y Esperanza es de autor anónimo y recibió culto con la advocación de Nuestra Señora de las Angustias desde el siglo XVI hasta finales del XIX. Al reorganizarse la cofradía en el año 1.946, por desconocimiento de la rica historia que poseía y de la advocación de la virgen, sus nuevos hermanos deciden llamarla Nuestra Señora de las Lágrimas. Los datos históricos más antiguos que nos hablan de ella son de 1.671. Responde a la clásica imagen de dolorosa andaluza con cuerpo de candelero. Inclina levemente tanto su cuerpo como mirada hacia su derecha. Tiene la mirada baja y perdida, mostrando gesto de dolor contenido, teniendo la máxima expresividad de ese dolor en el movimiento de sus cejas y en su boca entreabierta.

Ha sido restaurada en el pasado siglo en dos ocasiones. En 1.946 con motivo de la reorganización de la Hermandad fue restaurada por Láinez Capote, quien al gusto de la época, recubrió el rostro de la dolorosa dándole otro aspecto. Y en 1.986 por Alfonso Berraquero García, intentando rescatar la antigua mascarilla que se encontraba bajo los añadidos de la anterior restauración.

Presidió hasta 1.916 el retablo principal de la Iglesia de San Telmo de la que era Titular, de hecho el antiguo templo se conocía como Santuario de las Angustias. En la actualidad recibe culto en el altar lateral derecho que antes ocupaba la Patrona de la ciudad.